“Alte Bekannte” entusiasman a CASA HOGAR y MISEREOR

Con un concierto de caridad y el nuevo programa “Das Leben ist schön” (“La vida es bella”) en el  Euskirchener Cityforum, la banda vocal pop actualmente más interesante de Alemania ha conseguido más de 8,000 euros para dos buenas causas.

Hace poco más de un año que los “Alte Bekannte” actuaron por última vez en Euskirchen, así que fue fácil para ellos entusiasmar al público hambriento – unas 600 personas habían venido al CityForum – desde la primera canción. Pero ellos no vinieron a Euskirchen sólo a cantar, sino también para apoyar a dos organizaciones benéficas. Dado que CASA HOGAR contó desde el principio con el apoyo de los residentes de Euskirchen – el hogar del fundador de la asociación, el Dr. Theodor Rüber -, era importante que CASA HOGAR dijera “Gracias” con la organización del concierto del grupo “Alte Bekannte” en Euskirchen. Este agradecimiento fue recibido con gran entusiasmo por el público, lo que se reflejó tanto en los fervorosos aplausos a los “Alte Bekannte” como en las generosas donaciones, mitad de las cuales se destinaron a CASA HOGAR y mitad a MISEREOR, la organización de benéfica con la que tradicionalmente trabajan los “Alte Bekannte”.

Con su nuevo y segundo programa “Das Leben ist schön” (“La vida es bella”), los “Alte Bekannte” demuestraron su buen instinto para dar en la vena del gusto de su público, ya no tan joven, pero no menos eufórico. Con las letras ingeniosas de sus canciones y los divertidos comentarios intermedios, los “Alte Bekannte” (banda sucesora de los Wise Guys) crean un estado de ánimo inmejorable. Este frenesí sólo se ve superado hasta después de la pausa gracias al el anti-himno “You’re in the Eifel now” (Ahora estás en el Eifel), interpretado con la melodía de “In The Army Now” de la banda “Status Quo” sumado a una letra que evoca olores a estiércol, trancones de caminones, bomberos voluntarios, cerveza mañanera y otros clichés de Eifel. Por supuesto, esta canción fue frenéticamente aclamada aquí, en Euskirchen.

Y así, después de unas buenas dos horas y media, los viejos conocidos dejan un público completamente entusiasmado, que ahora se dirige al vestíbulo a buscar bebidas y autógrafos, y a donar para una buena causa en los stands de CASA HOGAR y MISEREOR.