Pángala es un lugar al que sólo se puede llegar con un viaje de cinco horas en barco a través de un río. La comunidad indígena allí mantiene una escuela primaria para niños de toda la región más allá de alrededor de Pángala. Los estudiantes son en su mayoría indígenas, pero también de origen afrocolombiano. La escuela no contaba con un lugar donde los niños pudieran comer o incluso quedarse durante las vacaciones escolares sin tener que estar de pie o sentarse bajo la lluvia.

La escuela primaria de Pángala, con casi 400 alumnos, construyó un pabellón que está disponible como sala de recreo durante las horas no escolares. La comunidad indígena tenía un plan muy preciso, que fue apoyado por todos. Todos en la aldea contribuyeron con sus habilidades individuales, se involucraron y de esta manera mantuvieron los costos de la mano de obra durante la construcción lo más bajo posible.

CASA HOGAR sólo aportó materiales que no estaban disponibles en la región, así como especialistas temporales que ayudaron en cuestiones técnicas, como la estática de la construcción. De esta manera, el emprendimiento conjunto de todo el pueblo de Pángala pudo ser implementado en sólo dos meses, y los niños ahora tienen un lugar donde pueden comer y comunicarse en un ambiente seco y protegido.